¿Por qué Namibia?

16 de abril de 2024, desierto de Atacama, 10.000 pies de altura.

Voy volando a Copiapó, último viaje de la temporada de pega, ¡espero!  Estoy cansada. Ha sido una temporada dura. Escribo esto mirando por la ventana al desierto de Atacama, el desierto más seco del mundo. Estamos llegando, pero alcanzo a pensar y escribir, a propósito de desierto y viajes.

Llevo un par de semanas estudiando y mi conclusión preliminarisima es que necesito mucha plata y hacerme la arrecha para hacer un roadtrip, cómo en el 2022 por el sur de Chile, pero ahora en el Sur… de África.

¿What!!!?

– Ya te cuento.

Quería más Africa, como que me quedó gustando, como que necesito más…. Me cebé. Algo me pasó el verano pasado que empecé a sentir nostalgia de desierto, me volvían imágenes del Sahara… no sé, pero lo sentía en la guata. África + Desierto. Empecé a investigar y llegó a mis manos un reportaje de pinturas rupestres prehistóricas de animales muy africanos en pleno desierto, de cuando el desierto no era desierto. Mandé correos, pero «no prendió». Seguí investigando desiertos y me enamoré de Chad, que maravilla de paisaje, pero que peligroso que está.  Si ni siquiera me querían dar seguro de viaje por el alto riesgo de secuestro y, como si fuera poco, tenía que pasar 5 días antes (por fechas de viaje) encerrada en el hotel de la capital esperando una visa que demora 3 días hábiles si llegas sin ella (en Chile, ni en ningún país cerca hay embajada de Chad).

Recordé que tengo pendiente Etiopia, recomendación de papá. Por razones de seguridad se ha pospuesto una y otra vez y esta no fue la excepción. La productora que les hizo la pega cuando fueron con “La Ruta” me dijo que no era el mejor momento, que mejor habláramos el próximo año.

Maldición, se está complicando esto.

En ese rato me puse a ver una serie en la tele y me enamoré del guapo y sexy y salvaje cazador de animales salvajes en el Africa salvaje de 1923. Si, muy poco eco-consiente y muy superficial…Oops. La cosa es que me dieron ganas, por primera vez en mi vida, de ver animales africanos, los clásicos, no pintados en piedras, si no que vivos y lo más libres posibles… y antes que “mi novio” los mate a todos.

Kenia? Tanzania? Mucha gente… ya sabes, no me gusta tanta gente. Uganda… podría ser, me falta el desierto. Investiguemos más.

Seguía buscando mi destino sin luz al final del camino, pero sabiendo que mi próxima aventura sería en África y con arena. En un almuerzo familiar hablando del tema, mi tío Juan Carlos, Juanca, me dice: “podrías pasar por Namibia”. Mi tío es un hombre muy amoroso, es sociólogo y trabajo en la ONU pero no es un viajero. Recuerdo que mucho tiempo atrás le tocó ir por pega a África unos meses, recuerdo unos aritos muy bellos que le trajo a mi prima Sara, una beba en ese entonces. La cosa es que con suerte se va al sur en verano, asique me entró por un oído y salió por el otro rápidamente.

Me sentía huérfana de aventuras.

Para el viaje a Madagascar también me metieron mucho miedo y resultó ser maravilloso, «le deben estar poniendo color con Chad», pensé, asiqué pese a todo, insistí con el viaje. Ya estaba lista para depositar la plata a una agencia española que me podía llevar dos semanas a perderme en un desierto de sueños y le escribo a mi amigo Leandro que vive en España, para ver como transferirle la plata a esta gente…. Me frena un poco y me dice que me va a averiguar más de Chad. Rápidamente vuelve a mí con el consejo: No. Está peligroso ¿Pa´que? ¿Y Namibia? Me dice. Tiene un desierto increíble y es más seguro.

Namibia.

Otra vez… La señal. me gustan las señales, es como seguir el instinto…. una vez es aleatorio… dos, es una señal.

Google/imágenes: ¡woooooooowwwww!!!! Siiiii!!! ¡Desierto!!! ¡Animales!!! No veo a mi novio, pero igual iba a cazarlos a todos los asique mejor sin él.

El fin de semana vuelvo a ver a mi tío y le pregunto por qué me habló de Namibia aquella vez y me contó que su viaje a África fue justamente a Namibia:

Era 1989 y Sudáfrica, después de 24 años de lucha, le otorgaría la independencia a Namibia el año siguiente.

A principios del siglo XX, Namibia era una colonia alemana. Después de la primera guerra mundial, y después de haber sacado casi todos los diamantes, estafado y matado a miles de seres humanos cuya piel era de color negro, se convirtió en un territorio administrado por la Liga de las Naciones. Al finalizar la segunda guerra mundial, Sudáfrica administró Namibia, que siguió sufriendo, ahora con las consecuencias del apartheid, hasta su independencia el 21 de marzo de 1990.

La misión de las Naciones Unidas consistía en elaborar y entregar a toda la población Namibiana un carnet de identidad para que posteriormente pudieran votar en las elecciones para elegir a las nuevas autoridades que dirigirían el país.

El pueblo namibiano estaba constituido por varias etnias que habían vivido en ese territorio, pero nunca tuvieron un documento que acreditara su nacionalidad, y claro, como votarían sin aquello? Allá partió el Juanca.

En la misión participaron funcionarios de Naciones Unidas de todo el mundo en conjunto con funcionarios sudafricanos y militares de diferentes países. Entre todos formaron equipos y en dos meses entregaron este carnet a un gran porcentaje de la población. Mi tío Juanca recuerda el orgullo de muchos namibianos al recibir una acreditación de su nacionalidad con su foto y nombre y de sentirse parte de un país que nacía.

Hermoso ¡Bravo Juanca!!

Estoy escogiendo fecha y juntando plata.  Haciendo un posible itinerario para cuadrar tiempo y lucas. Mientras mas leo, mas maravillas encuentro, mas interesante encuentro el país, hay más historias y mas ganas tengo de empezar la aventura.

Ya vamos a aterrizar en el aeropuerto Desierto de Atacama. Otro día les cuento más.