Y a propósito de cuarentenas, toques de queda, encierro, distanciamiento social y todas esas cosas que jamás imaginamos nos tocaría vivir, o volver a vivir…Se inicia el desconfinamiento, así, tímido, paso a paso como dijo alguien por ahí. En mi caso, fue al revés. Soy un poco así, embalá. Hoy me abro y salto al mundo virtual…y salto con todo, ¿si no pa´ qué?

¿Será parte de un proceso post cuarentena? Seguro que sí, aunque la cuarentena todavía no acaba y me ha tocado súper fácil. Puedo ir a pasear al cerro, hacer mucho ejercicio, he trabajado como esclava arreglando un jardín que tenía completamente abandonado desde que me fui de la Casa Azul. He podido ver a mi familia, carretear con mis primos, tías, padre. Regalonear con la Guagua, la Lila y mis sobrinos y mis otros sobrinos también. Pasamos una cuarentena en comunidad, tal como vivimos en la Cascada, todos juntos. No he tenido que ver a nadie que no quiera, y el Covid ha sido la justificación para no tener que salir y tratar de conocer gente.

Y bueno, esta cuarentena me ha hecho bien, estoy en un buen momento. Me gusta mi vida, estoy llenita, balanceada. Soltera hace casi un año y me siento bien, no necesito un guapote que me complete o que me haga la vida más fácil (generalmente es al revés, por lo menos en mi caso) …hasta que… hace como un mes me empezaron las ganas de que me guste alguien.

Una buena terapeuta que vi hace un par de años me sugirió abrir un Tinder, era una mujer mayor, por lo que me sorprendió bastante su sugerencia. No la pesqué, como en otro par de cosas de las que estaba totalmente en lo correcto. En ese momento me dio lata y sobretodo miedo asique decidí que el universo era más sabio y me mandaría a “The One” a golpear mi puerta.

Me mandó un experimento para que viera todo lo equivocado que era y probarme para ver si me quedaba, una vez más, o establecía mis limites. Los establecí y acabo pronto.

Otra terapeuta (si…. Me gusta la terapia! Me gusta desenredar mi cabeza con gente inteligente) me hablaba de que porque no tomaba la elección de pololo o pinche o lo que sea, así como ofrecer una vacante en mi empresa… soy la gerente de mi corazoncito. Recibir CV y seleccionar y ver cómo anda el elegido en el puesto. Mi respuesta fue, nuevamente en la desidia, que no tengo candidatos, que no tengo pretendientes, que no me gusta mucho salir porque tengo todo lo que necesito y que mi príncipe azul llegará a golpear mi puerta un día de estos.

Esta semana me desconfiné, virtualmente por lo menos. El Alonso me ayudó a abrir un blog y la página web de mi microempresa y la Sara me hizo un Tinder. No tengo idea que resultará de esto, pero va a ser una aventura porque me da miedo. Todo es nuevo, me da susto lo nuevo, soy de rutinas, protegerme y de encerrarme harto, pero ahora se abre esta ventana, ahí, frente a mí y al otro lado estas tú.

¡Hola!

12 thoughts on “Desconfinamiento virtual

  1. Me encanta! Hola!
    Que lindo y entretenido de leer. Te imagino sentadita en el jardín de la casa azul, con el té de matico y el litro de café… cuando el próximo?!

  2. ♥️💃🏻 Me fascina! Todo lo que dices, lo transmites con mucha tranquilidad al estar contigo y al leerte, que rico iniciar una nueva primavera así!

    Y me encanta ser parte 😏!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: