Pasé los 40 hace rato, no tengo hijos ni pareja y lo que es “peor”, nunca me he casado. Estoy sola y me siento extraordinariamente completa y feliz. Raro, no? ¡Ya les cuento cómo y por qué!

Hace un tiempo me dieron la tarea de escribir un sueño, ojalá llevar un diario, sólo que tengo un pequeño problema, si, además de todo lo que dije arriba: tengo insomnio y … ¡nunca sueño!

Insomnio, ese maldito trastorno que impide dormir o al menos mantener esos breves instantes en que sí se logra. Esto, me da un plus en la escala de sufrimiento y siendo muy poco empática, cuando dices que dormiste mal anoche o desde hace unos dias, me parece un chiste. Y entonces otra vez… nunca sueño, o al menos no recuerdo un sueño desde hace años y puedo decirte con propiedad: tengo un master en insomnio y así como hay gente que no crece, no madura, no engorda o adelgaza… yo no sueño…Pero aprendí a hacerme una gran soñadora, una gigantesca y envidiable soñadora.

Ya, al grano, que me estoy poniendo como mi abuelo que se daba 20 vueltas para llegar al punto.

Recuerdo que alguna vez leí la nota de una mujer, profesional, de 34 años y sin hijos donde habla de la discriminación hacia las mujeres sin hijos y cómo la sociedad y, más doloroso, otras mujeres nos discriminan. Que ganas de contactarla y decirle que en alguna oscura hora de la noche, mirando el techo y pensando que más allá estaban las estrellas, aprendí a soñar de verdad, aprendí que un deseo es un sueño, que un recuerdo es un sueño, que un desafío es un sueño, aprendí que sentirme YO es un sueño, aprendí, finalmente que toda lucha es un sueño, y este es mi sueño.

Eso aprendí gracias a mi master en insomnio, y así como algun@s escriben sus sueños, yo escribo el mío, que no es un «sueño» pero igual.

Sueño con que no me mires con pena porque no tengo hijos, o porque ahora no tengo pareja.

Sueño con que no me pregunten ¿y cuándo los hijos? ni que el primer pensamiento sea: “soltera y sin hijos? qué tendrá de malo esta mujer?” lo que al principio me hacía preguntarme “qué está mal conmigo?”, por mi estado civil.

Sueño con que, incluso en mi familia, no se hagan diferencias en invitaciones a cenar a parejas y solter@s, por esa presunta incomodidad que uno u otro pueda sentir respecto al estado marital de aquel y que, en realidad, es tuya, no mía.

Como que los solteros y casados fuéramos agua y aceite. Como que las conversaciones de parejas fueran tan diferentes e incluso prohibidas a los que no las tienen. Como que no se pueda opinar respecto a algo por estar o no en pareja. Como que no tuviéramos cosas entretenidas que compartir con otras personas que, en este momento, están en pareja. Como que las personas fueran distintas y distantes al estar “con alguien” o “sola” y como que la soledad dependiera de tu pareja. Como que estando en pareja uno no se sintiera sola y que el estar en pareja fuera garantía de satisfacción, compañía y seguridad. Como que la sensación de soledad estuviera en manos de otros y no fuera un iceberg dentro del alma que congela, crece y aprieta independientemente de a quien tengas a tu lado.

Sueño con que nos liberemos de frases como “tú no sabes porque no tienes hijos”, “no conoces el cansancio hasta que no tienes hijos” o “ya no vuelves a dormir una vez que tienes hijos”. Antes nada les decía de que me acuesto sin poder mover el cuerpo de cansancio por un trabajo que me llena de alegrías y desafíos, que no duermo bien hace años pero que aprendí a soñar despierta y a empastillarme cada vez que quiero. Quería decirles “qué puedes tú saber qué mochila cargo en mi espalda o de los dolores que salen de mis tetas”.

Ahora prefiero contarles de las ansiedades que me emocionan y los amores que me conmueven.

Sueño que cuando diga “estoy soltera”, la gente no me mire con pena o sienta compasión cuando hay mujeres que no soportan a su pareja, pero prefieren quedarse ahí porque tampoco soportan la idea de ser una “soltera”. Sueño con no tener que disculparme por no ser madre cuando muchas madres debieran disculparse por tener hijos.

Sueño con que el hecho de estar soltera no sea visto como algo negativo y te cataloguen de “solterona” y que sea sinónimo de amargura o de ser una mujer complicada, como que porque tú tienes pareja no lo fueras y no sintieras la amargura como parte de la vida por el solo hecho de “estar con alguien”.

Que se te pasó el tren me han dicho, pero, ¿qué tren perdí? ¿el tuyo?… no sabes que tren me sirve a mí. Es un tren diferente, por cierto, con un itinerario menos convencional y para subir a ese tren es necesario aceptar la incomodidad de los demás, pero también hay enfrentar el miedo y la autocompasión que aflora a ratos en mí.

Sueño con no sentir más ese victimismo y dejo de incomodidad por estar soltera y por no tener hijos, por no ser como todos, porque pesa más la necesidad de encajar en un mundo “normal”.

¿Por qué es un tema? ¿Porque es lo natural? ¿por biología? Pues bien, soy diferente. Es natural dormir y yo no puedo. Es natural tener hijos y yo no puedo. ¿En qué me convierte eso la naturaleza entonces? ¿En menos mujer? ¿En menos persona? ¿En una mala compañía?

Ser un feliz solter@ no debería desafiar las convenciones existentes, pero sí rebatir el paradigma de que las relaciones románticas deben tener prioridad por encima de otro tipo de relaciones.

Sueño con que las relaciones de amor sean cada vez más y más importantes en mi vida. Sueño con que haya cada vez más amor en mi vida.

Sueño con que aceptemos que relaciones de amor implican más que esa relación romántica y aprendamos a cultivar las relaciones familiares, con amigos y con esas personas luminosas que aparecen de vez en cuando.

Culturalmente la identidad femenina aparece ligada a la maternidad. Pero nos discriminan cuando decidimos ser madres y también cuando no lo somos.

Sueño con que la falta de pareja o hijes no se entienda como estar “sola”, no se entienda como “soledad” si no como libertad y sueño con que nos demos cuenta que la libertad es algo lindo.

Sueño con que tú no me apartes o te apartes de mí por eso: por ser diferentes.

Eso sueño y espero no despertar nunca.

9 thoughts on “Sueño de una insomne, soltera y sin hijes

  1. Taaanta verdad y enseñanza que tienen tus palabras… es muy emocionante leerte!
    No me cabe duda que esos sueños se van a cumplir.
    Sigue soñando, siempre! Y si alguna vez no lo haces, te comoarto los míos!

  2. Soy tu fan number one. Que mujeres poderosa eres prima. Te admiro con toda mi alma. Tanto talento en una sola persona!!
    Comparto tus sueños, nada mejor que ser y sentirse libre, independiente de la situación de vida que uno tenga.
    Te adoro🌻

  3. Hermosa y profunda reflexión. Refleja la fuerza de quien vive positivamente la vida como es y con lo que a cada uno le toca en su propio tiempo y lugar. Apología de la libertad de ser.

  4. Woooow que talento!! Que maravilla leerte y que loco lo fácil que se hace visualizarte escribiendo a pesar de que no sabía que lo hacías! Que hermoso sueño primita, calza con la hermosa persona que eres. Te admiro! Un besote, quedo atenta a los próximos 😍

  5. Me encantó! concuerdo plenamente contigo, ojalá nos diéramos todos cuenta que no es necesario tener hijos o pareja para ser felices y plenos, que estos estereotipos instaurados en la sociedad, que lamentablemente recaen con mayor fuerza en las mujeres, hacen daño, y que esto no nos valida como persona, no nos hace mejor ni peor. Ojalá dejáramos de proyectarnos en el otro y empecemos a habitarnos más, a ser más empáticos, menos juiciosos, y entre nosotras, que seamos más amorosas, que nos maternemos más…para que tu sueño se haga realidad!
    Un abrazo!

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