Hace no sé cuánto rato estoy sentada mirando pa´ fuera, fuera cerca y afuera más lejos. Llueve. Tomo café, escucho a Arrau interpretando las Nocturnas de Chopin. Hice dos sesiones de yoga con mi nueva App más temprano.
Me siento bien. Detendría la existencia en este minuto. Esta es la paz que le he pedido al universo cada vez que puedo desde mi último desequilibrio. Y el anterior. y el anterior. Desequilibrios que se desencadenan con mis relaciones amorosas.
Con ninguno de ellos me he sentido así, tan tranquila, tan en paz.
Llevo como 3 semanas de encierro, más de dos de cuarentena total.
Me he sentido tan bien… cada día es mejor que el anterior. Hoy me siento en un balance perfecto…. estoy sola pero no me siento sola. Estoy encerrada y me siento tan libre.
Me he descubierto siendo mi mejor amiga y lo paso maravillosamente conmigo.
Podría pararse el mundo en este momento de plenitud para siempre. O puedo seguir trabajándome, queriéndome y aceptándome y que el mundo siga avanzando y yo con el, pero que este sentimiento avance conmigo.

Me tinca que no será fácil, pero esto que estoy experimentando ahora, estos días, es lo que quiero. Poder compartir con otras personas y que no perturben esta sensación. Ahí está el trabajo.
Ya tengo este sentimiento, está aquí conmigo, lo llevo dentro.

No te desvíes nena! Ya sabes lo que quieres…. no aceptes menos. Que no entren si no aportan. Esa cosquillita, ese deseo es tentador y, hasta ahora, has transado tu paz por esa cosquillita …. obsérvate cuando se presente nuevamente. ¿Estás dispuesta a arriesgarte?

Si.

Bacan! Pero no te desvíes porfa. Te quiero, mucho 🥰. No estás sola. No lo olvides.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: