Era el noviembre 2020 cuando recibo un mensaje de los vecinos de abajo para decirme que tienen una gotera en el techo y que toda la pared está con hongos y el yeso se está reblandeciendo. Ellos también arrancaron de la pandemia y volvieron recién. 

Fui a Santiago a ver lo que pasaba y justo por el lado del baño, algo está filtrando pues tengo todo el parquet levantado y la muralla hinchada y rompiéndose.  

Llamo a la administración y me contactan con un gasfíter, quien después de dejarme plantada 2 veces, determina que no tiene clara la filtración por lo que hay que “entrar a picar.” 

Esa misma tarde recibo una llamada de mi cuñado Holandés desde el Cajón y me dice que estaba haciendo un hoyo en mi patio para poner una planta cuando rompe una cañería, para su desgracia la del desagüe, para la mía encontró una pila de mierda atascada. La fueron a ver maestros y dijeron que la fosa estaba rebalsándose, que luego nos empezará a salir la mierda por el WC. Me senté en el piso del depa, incómoda pues los tablones hinchados por el agua me pinchan el poto, y lloré.  

No fue una semana fácil, había empezado un nuevo tratamiento para el insomnio, uno sin pastillas ni nada más que ordenar horarios y sufrir un rato. Llevaba 6 días durmiendo entre 3 y 4 horas diarias. Súmale jaqueca, problemas de filtraciones en mis dos casas y pa rematar me diagnosticaron un síndrome autoinmune que me seca los ojos, la boca, la mucosa de la nariz y más encima hace que me duelan las articulaciones de las manos, mis herramientas de trabajo.  

Era un llanto de cansancio, desesperación, frustración y rabia pues había estado tan bien, tan equilibrada y de pronto, de la nada, todo se pone patas arriba y se me va a la mierda el balance. A la mierda…. literalmente.  

Al otro día tenía cita con mi psiquiatra, la Marce, una cita de mantención que había pedido hace un par de semanas. Quería contarle todo lo que había hecho desde la última vez que nos telereunimos, hace meses. Tanto por contarle! Casi como a una amiga que no veía hace tiempo a la que vomitar mis logros!

La cita no resultó como la había pensado, estaba agotada y miserable. Le cuento la chorrera de problemas: Estamos con un problema en el fluir, me dice. Agua, líquidos. Algo está estancado. 

La mierda, pienso, la mierda que tengo atascada hasta el cuello, porque así me siento. 

Cómo se pasa de estar en la cúspide al abismo así tan rápido? Por la concha de la lora si todo estaba tan re-bien ¿Qué pasó? ¿Qué no fluye? ¿Cuándo estuve así antes? La última vez me refiero porque son varias. Y entonces me acuerdo: 

Noviembre 2019, no me tincaba para nada. Lo conozco hace raaaaato, años ¿20? Varios. Siempre me escribía por face y siempre buena onda pero nunca había insistido como ahora.  

Yo venía saliendo de una mala relación, lo cual es sinónimo de estar al fondo del abismo. Pensé que si me entretenía con otro hombre podría ser menor la cantidad de sufrimiento.  

Quedamos de juntarnos a las 7 en un restorancito bien rico cerca de mi depa. El venía viajando del sur y a las 5 pm me manda un mensaje y me dice que viene tarde y que si podemos posponer 30 min la cita. Caigo rendida a sus pies pues el tipo con que acabo de terminar me dejaba esperando 40 minutos sin siquiera preocuparse por avisar nada. En fin. 2 puntos buenos para este candidato. 

Nos sentamos a la mesa, pedimos para beber y empieza la cháchara. Fluía bacán, súper entretenidos hasta que me pregunta: ¿por qué estas soltera todavía? Y respiro. 

Porque escojo puros sacos de weas fíjate, porque me conformo con el que me quiera, porque no quise seguir con el ultimo idiota que me hizo un escándalo porque le pedí que me avisara si se atrasaba tanto y por último, que mierda te importa asopao? Que me andai buscando problemas porque acaso es inconcebible que una guapa este soltera a esta edad sin tener serios problemas?. Feo culiao. 

Bueno, lo pensé pero no lo dije, en cambio, se me apretaron las venas y las arterias de las extremidades, la sangre se concentra en el tronco y miro el suelo y ya no está. Hay un vacío enorme bajo mi silla. 

Unos días antes, en terapia le había hecho la misma pregunta a mi psiquiatra. ¿por qué estoy soltera Marce? –Pucha linda, porque no has elegido bien, ni siquiera creo que hayas elegido

Porque no he elegido bien, le contesto… bueno, eso dice mi terapeuta a lo menos.  

-Pero has tenido pololos? cuando fue tu ultima relación?  

Y, contra mi voluntad, le reporto mi vida sentimental.  

Ah ya, respira tranquilo 

Y me doy cuenta de que no me siento cómoda. Me perturba. Me cae pésimo el tipo, me sentí cuestionada, ofendida. Encontré el colmo que le busque una explicación al porqué una mujer esté soltera a los 40 y algo, pero saben? me duele porque soy yo la que me cuestiono y me pregunto: ¿qué está mal conmigo? Y eso es lo que me molesta, que YO me presiono, que a MI me parece raro, que creo que realmente algo malo debe haber en mi porque todas tienen esposo menos yo. Y ese hoyo bajo mi silla no se cierra, no se cierra en meses y se hace profundo y me quedo en el fondo con la mierda hasta el cuello.

Pero el tiempo y las terapias curan todo, pasa el tiempo y avanzo, subo, salgo y sobrevivo y estoy bien, muy bien. Es primavera y decido que ya es hora de encontrar un pinche y viene mi desconfinamiento virtual, y abro la mente para encontrar “the one”! Y me siento feliz, pero no sé porque hoy empiezan los dolores, más insomnio y jaquecas y se tapa la fosa séptica y el agua se filtra por el piso y el agua no sale de mis ojos y me frustro y me baja la nostalgia y melancolía y me conozco así, me recuerdo así, recuerdo la crisis, también recuerdo que es difícil, pero que siempre salgo y siempre mejor.

No sé bien que me pasa ahora… pero veo mi miedo. No sé si es la razón absoluta, pero veo este miedo y lo veo tan claro! Si, una epifanía gracias a una tarea del Taller mágico de la Caro Bueno.

Nuevamente esta relacionados con ellos! Maldición la mina pegá! Tenía una cita pero el día antes amanezco con un fuego del porte de una almendra en mi labio y me duele el colon……y en realidad no quiero salir, no quiero “the one”, no ahora.

Y como me di cuenta hace un tiempo: Mi jaula soy yo y en ese rato en que me vi años atrás cuando la jaula era diferente,  me di cuenta de que ese miedo está en mi cabeza. En ese momento no buscaba “the one”, era sólo un picaflor con otros miedos y la vida por delante y la tomé! Tomé a esa mujer y deje mis miedos con esta otra. Tenemos la vida por delante. Lo que dure y cuantos «the one» vengan porque hay the ones en cada uno de uds., mucho o poquito pero aporta, aumenta y llena.

Un maestro destapó la fosa de la casa azul. No era tan grave. Con agujas me están destapando los canales de energía que tengo atascados y me impiden dormir. Mañana me tapan las heridas del depa. Mañana sigo coqueteando con la vida… y con él y aquel también.. y contigo.

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