Cuando levantarse es un esfuerzo, es enfrentar la vida a través de este día monótono y eterno porque será igual que ayer y que mañana. Son las 6 y hace frío y esta oscuro y la oscuridad volverá a las 6 de la tarde, con más frío.

Todo es difícil, todo me agobia, no tengo ganas. Tengo un vacío que me llena la existencia.

Me veo coqueteando con las profundidades de mi alma negra que ya conozco. Me veo danzando con el languidecer y me posee. Y no puedo escapar, pero quiero. Quiero sonreír, pero no puedo.

Observo mi vida y la cadencia que lleva, que la arrastra adelante para que no se hunda. Una cadencia fome. Una cadencia lenta, pero no me detengo porque una fuerza dentro de mi no quiere hundirse y trata de empujar.

Mi taller de mosaicos esta allá afuera en el frío y la oscuridad, mi taller de pulseras esta allá afuera en el frío y la oscuridad, mi jardín es enorme y las hojas no paran de caer y son miles y no paran de caer. No quiero hacer nada.

Es la decisión más difícil del día, pero lo logro, me levanto, empieza mi día y de a poco lo voy chuteando para que avance.

No me gusta sentirme así, no me gusta languidecer.

Y ya es mañana o pasado, busco refugio en la montaña y busco ayuda para mi cabeza y dejo esas pastillas malditas para la jaqueca y esas reglas estrictas para el insomnio. Comienzo a abrazar mi rutina y dejar que me abrace la cordillera. Las sonrisas se hacen más frecuentes y la soledad más amable.

Aquí estoy, en la casa azul en la montaña, con el jardín enorme, pero con cada vez menos hojas porque ¡puta que he barrido!, con el frío intenso, con la sequía que promete ser dura, con los días cortos, con las cuarentenas eternas, con la cadencia de cada día. Sin embargo, ya no parece tan malo, ya todo no es tan difícil y logro agradecer la tranquilidad del alma invernal, el mutismo.

Y si me quedo con el alma tranquila, en paz y en silencio en estos días de invierno de pandemia, de pronto escucho como mi cabeza vuelve a hablar y las cosas vuelven a pasar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: