Tengo momentos en que de repente logro ver tan claro. La vida se me desenreda y es tan fácil. La cara se me transforma, me imagino que se van todas mis arrugas, la vista se pierde en la nada y siento esa plenitud al observar cómo se manifiesta la esencia misma de lo que un segundo atrás era una caja negra.

Dura poco, unos minutos nada más, y no pasa muy seguido, pero es como estar bajo la droga más deliciosa… me imagino.

Podría ser también el efecto de estar pasándolo pésimo y un segundo de descanso de la tortuosa realidad se siente como el paraíso, lo que sea, para mí son mis epifanías y las amo. 

¿De dónde sale todo esto?, te cuento: 

¿Eres una persona avara? me toco la pregunta y me sale al tiro un Nooooooooo, como que el tema «no me llega». No creo tener comportamientos especialmente avaros…. Igual acumulo cosas, nunca Diógenes, pero mi despensa está llenita, mi refri también, y no me gusta que se vacíen, uno nunca sabe cuándo te baja un antojito. Tampoco me siento una persona especialmente “material”, aunque amo mi teléfono, mi Tablet y mi reloj cool que marca cuantos minutos de ejercicio hago al día.

A estas alturas de mi vida (voy como en la mitad creo), he tratado de desapegarme lo más que puedo. Pienso que si me entraran a robar nada sería tan grave (total igual me dan 6 cuotas sin intereses en la tarjeta).  

Dios, el universo, el destino o quien sea, se han encargado de liberarme de las ataduras. He tratado de ganarle la mano, pero no hay caso. Cuando niña tuve un pato, lo mató el perro de la casa (y mi mamita me lo mando de almuerzo al otro día, ahí si estaba apegada y no me lo pude comer 🙁) 

Años después tuve gato blanco y peludo con un ojo azul y el otro verde, lo mató otro perro de la casa. Más grande tuve perritos muy amados a los que fui recibiendo en diferentes etapas de soledad y los perdí a todos: la guapa Kala que chorreaba sangre por la nariz tipo Kill Bill, había que hacerle una simple biopsia, pero no sobrevivió a la anestesia. La Sofi murió por una septicemia que los vete no supieron ver, aunque les insistí e insistí que le pasaba algo. Aquiles murió ahogado en el Rio Maipo, dos semanas después de que mi madre lo hiciera de ELA. La Vinka murió ya más vieja pero atormentadas por las moscas chupasangre.  

Más vieja quise hijes pero no resultó. Primero no quería, cuando quise no pude. Siempre pensé que sería fácil. Pensé que sería niñita y linda y que me acompañaría a todas. Siempre le he tenido nombre, aunque cambió un par de veces.  

Pensé que mi madre quedaría bastante desvalida de vieja y tendría que hacerme cargo. Enfermó, quedó postrada y murió.  

He tratado de amarrarme a hombres y esa atadura tampoco perdura…. y ¡por la cresta que me he esforzado! ¡Diosito sabe!  

Tengo a mi papito, a mis hermanes de mi corazón, a mis sobrines que amo con locura. Están mis cuñades, mis primes, mis amiges, mis tías adoradas, pero ninguno de estos seres amados depende de mí, ninguno “me ata” (¿se entiende?).

La cosa es que iba yo en la bici hace unos meses, bien depre y sufriendo por un hombre que acababa de perder (ooootra pérdida más) y me pasó algo bacán: tuve una Epifanía.

¿Será que vine a vivir una vida sólo para mí? ¿A caminar un camino propio que depende sólo de mí y de lo que voy construyendo y escogiendo? ¿A trabajar en mí, sólo en mí y para mí? ¿será que diosito (o el universo, el destino, etc.) decidió que esta vida sería mía?  

¿Por qué? ¿Qué hice? Mal o bien. ¿Cuál es mi rol en esta película?  

Siempre lo pensé como castigos, siempre con autocompasion y me tiene chata la autocompación. La propia y la de los demás. El victimismo me saturó, el propio y sobre todo el de los demás. Igual hay razones, he pasado por cosas terribles y tristes pero la verdad es que es tan fácil quedarse ahí y puta que cuesta salir (a mí por lo menos), es heavy, lo veo, lo entiendo, pero ahí quedo pegada como mosca en la tela de la araña, rogando ser comida pronto.

Que laaaaaaataaaaa! Que lata el victimismo. 

Y el mar se abrió! Y de repente lo vi al revés….capaz que no! que no es castigo si no que mi vida es un premio. Y llegó esa paz y plenitud que sabía que desaparecería porque sabía que le metería seso y arruinaría el momento (y tampoco te pases pal otro lado pensando que soy una maldita egoísta que cree que diosito se llevó a todos sus amados pa que sea feliz la linda, no po!), pero ahí estaba, todavía duraba.

¿y si lo tomo como una bendición? ¿Será que mis otras vidas fueron miserables? Que arrastré con tanto, que el dios de los karmas se apiadó y me dio un descanso?

Se sintió taaaaan bien, me sentí tan liviana, tan afortunada que no me podía sacar la sonrisa de la cara. Después obvio que se me pasó y seguí sufriendo, pero la sensación ese rato fue impagable.

Y Entonces, la avaricia…… ¿Y si esa libertad es mi tesoro? Y que en el fondo no se la quiero entregar a nadie, y la cuido consciente o inconscientemente, la atesoro, la vivo y cuando se me estrecha me mando cambiar pa´ algún lugar donde nadie me conoce para ser aún más libre y no compartirme con nadie…… ¿será que soy mi tesoro? My precious (léelo como Golum con el anillo) 

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