Y como dijo Tommy rey: “Un año más que se va”… así, sin mirar atrás, pero cuánto deja?

En mi caso, ha sido harto. Ha sido un año grande, inmenso y fuerte. Ha sido un año de aprendizaje. Tuve suerte, mucha suerte, soy una afortunada y darme cuenta de esto me ha ayudado a apreciar aún más lo que tengo y soltar aquello que no.

Soy una agradecida.

Ha sido un año de amor, de encierro, reclusión, solidaridad y filtro.

Este año se ha reducido el número de personas con las que interactué, quedaron las más increíbles y aumentó la conexión con esas menos. En mi vida se fortalecieron amistades, cariños y lazos.

Nunca había tomado tanto café, nunca había dormido tan poco, nunca había tenido las manos tan ásperas y el corazón tan suave.

Nunca había visto tantas flores, tantos bichos ni tantas piedras. Nunca había visto tantos ojos ni tantos corazones.

Y en este encierro privilegiado, nunca había chateado tanto, nunca había usado tanto las RRSS, escrito en un blog ni recibido tantos likes.

Nunca había sentido tantos amores, nunca me había sentido tan completa. Media naranja y una mierda! soy una sandía.

Me falto viajar, si. Faltó arrancarme y, en cambio, estuve el año atascada conmigo y puta que me hizo bien!

Quedé atascada con mi familia y me di cuenta de que les amo más todavía, de cuán fuerte me hacen, cuán sólido es mi respaldo. Mi suerte es estar aquí, no haber perdido a nadie y ganarlos a todes.

Tengo suerte de darme cuenta y sentir admiración por aquell@s, que cuando la empresa tuvo que cerrar, la imaginación y supervivencia se apoderó de sus almas, les vi ponerse a amasar como nunca, inventar emprendimientos, matutiar quesos, pescados o lo que se pudiera vender. Les vi sobrepasados enseñar a sus hijes, aguantar parejas y suegr@s.

Les vi poner el candado en el portón de afuera y abrir el de los corazones acá adentro.

Empecé el año media aporreada por procesos arrastrados del 2019, o de antes, mucho antes, esos que me persiguen constantemente. Empecé el año con terapia: de la cabeza, del corazón y de la guata! (Chita que comí rico con el Edu!!)

Y cuando, de tanto caminar, deje en la calle las penas, nos cae, a mi y al mundo entero, una pandemia que matará, enfermará y recluirá a muchos, muchísimos, millones!

Que quemo de este año? mi primera reacción es decir: Nada! Absolutamente nada, pero como es año nuevo y en pedir no hay engaño, Quemo mis miedos.

Que se funda la jaula de mis miedos, esa jaula que es de piel, de huesos y de sangre.

Esa jaula que es mía, que es electricidad, son neuronas y sinapsis,

Son ideas, pensamientos y realidades que no existen pero están

Me acompañan y perduran, no me dejan, no las suelto, no se van.

Me demoro, me amarro y las creo y fertilizo pues tienen hambre. Mucha hambre.

Mi jaula se siente de fierro adornado con espinas, cadenas y candados.

Ayer entendí que mi jaula es alta, flaca y linda

Mi jaula soy yo.

Hoy amanece un nuevo día y un nuevo ciclo. Hoy me vi años atrás y la jaula era diferente. Los barrotes que hoy me apresan no existían entonces

Y hoy me hago agua de vertiente, transparente, liviana y dulce

y me derrito con el calor que me cegaba ayer

Y me hago aquella que estaba presa en esa jaula que hoy no existe.

Y así fluyo y me transformo en aquella que no se siente prisionera en esta jaula, porque esta jaula es de la de ayer y hoy soy todas.

Y por un momento la jaula desaparece y ese momento perdura no se hasta cuando, pero perdura todavía.

Es difícil imaginar un año igual, me da susto desear uno mejor y no sentir lo que siento. Me da más susto aún que se venga peor y que los que sufrieron, lo vuelvan a sentir.

Asique solo espero recordar que puedo estar muy bien con muy poco, pero mucho trabajo y mucha sensibilidad.

Solo pido que mi alma recuerde que sin viajar, sin mall, sin pololo se puede estar plena.

Espero recordar esta sensación de la briza matutina que me refresca la cara y me enfría la piel. Esta sensación de los primeros rayos de un sol que anuncia un nuevo día en este primero de enero del 2021 y que van entibiando este cuerpo y esta alma libre que deambula por estos cerros buscando tesoros en las cosas simples y pese a pulular liviana de cumbre en cumbre, está llenita de amor.

10 thoughts on “Un año más

  1. Que gusto me da leerte, porque a traves de tus palabras se lee a una mujer fuerte, preciosa, entera, que ha ido creciendo y aprendiendo de las cosas duras, lindas y tristes de la vida y es asi, uno va caminando a veces clarita y acompañada y a veces, sola por un camino mas enredado, pero a medida que soltamos los miedos es como avanzamos. Eres preciosa Ilania sigue compartiendo tus pensamientos y sentimientos.

  2. Tu jaula representa mal jaulas, tu miedo ha sido mío
    Mi miedo tiene muchos pasos adelante que el tuyo, ha gritado y ha llorado con voces que no eran mías. Es como una catarsis en el tiempo, con miedos ancestrales
    Vendrán más mañanas donde tu sol acaricie tu alma, donde tú te sientas cada vez más cerquita de respirar al unísono contigo.
    Emborrachate de la magia de los cerros, de tu cuerpo pisando la tierra, abrazando el sol, jugando en el río…
    Que cerca y que lejos estamos, leerte es volver a mi historia, a cuantas?
    Un abrazo y dale, dale como vas, fluye como el aguita que salpica de gotitas al viajar…
    Eres bacana!!!

    1. Con la sensibilidad que me rebalsa en estos tiempos, me emocionan tanto tus palabras… pero una emoción grande, así como que sube y dan ganas de llorar pero sin pena… no se como describirlo o, mas bien, no se que nombre ponerle. Me encanta generar esto y estar atenta a esas sensaciones que van apareciendo!! gracias por comentar y compartir. 🙂

  3. Te he dicho que me encanta como escribes? Pues así es, me encanta!
    Sigue plasmando tu alma en este blog/terapeuta…… Así todos los que te leemos, salimos ganando. Gracias! 😍

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